domingo, 21 de diciembre de 2008

Gracias Alita Broster, Gracias por Todo


¿Qué hacer cuando pierdes una final? Llorar por la derrota, o decir como los integrantes de aquella serie argentina que yo veía de niño (Cebollitas) “ser segundos también es importante, pusimos en la cancha chispa y corazón”. Es una interrogante difícil de responder, mas aun si te ilusionaste demasiado con tu participación, que estuviste meses trabajando por un solo objetivo, Campeonar; cuando te compenetraste de gran forma con tus compañeros y sentías que llegarías a ser el mejor; pero de pronto llega un rival superior (al parecer) y te roba aquellos sueños, sueños que ahora son suyos, pues en fin, también se lo merecen. A un subcampeón solo le queda el consuelo que realizó un gran trabajo, que se estuvo muy cerca del objetivo trazado; y en algunos casos (como en este) que recibirás un excelente premio, pero sin igualar al galardón del campeón; pero un subcampeón se da cuenta que el premio queda en segundo plano, pues lo que él perseguía era ser el mejor, el primero, el superior a todos, en una palabra el “Campeón”.

Alita Broster llenó de sueños e ilusiones a 5 jóvenes durante más de tres largos meses que duró la temporada 11 de este programa concurso llamado “100% Fanáticos”, donde se participaba por primera vez; pero con la fe y humildad confiábamos que dejaríamos huella, que nos recordarán porque fuimos un equipo luchador, guerrero, y con mucho conocimiento en lo deportivo (que en este concurso es al parecer lo más importante); y vaya que lo lograríamos, con mucho entusiasmo, y con mayor dificultad cada vez que avanzábamos de fase, nos instalaríamos en la final, a un paso de la gloria, muy cerca de ser lo mejores, tal vez ya lo éramos, sin haber jugado aquella final; no perdimos ningún encuentro anteriormente, levantamos marcadores muy adversos y al encuentro decisivo llegábamos con la confianza en ganar, ¿demasiada confianza? Tal vez, aunque cada uno de nosotros sabía que aquel rival que ya vencimos anteriormente, Sinfonía del Balón, iba ser mas duro que esa vez que lo derrotamos sin mucha dificultad; era una final, y en este tipo de partidos, en cualquier torneo del mundo, los antecedentes quedan atrás.

Éramos favoritos, y tal vez éramos mejores; aquella final difícilmente será olvidada por los 10 concursantes que participaron en ella, los 10 integrantes sortearon difícil obstáculos para llegar con vida al ultimo partido; los 2 equipos listos, con un solo propósito, ser el campeón de esta onceava temporada e irse con todo pagado a las playas de Varadero- Cuba a disfrutar de 1 semana inolvidable en el Caribe; el segundo lugar, parte de morder el polvo de la derrota, debía conformarse con un viaje a Máncora, que muchas personas la califican como la playa más hermosa del nuestro país; pero como dije anteriormente el premio quedaba en segundo plano, lo que importaba era salir triunfador, salir campeón.

Como en toda final, los ánimos estaban al tope, se estaba muy cerca del primer lugar, solo faltaba un obstáculo, obstáculo el cual antes logramos franquear, pero que el destino lo cruzaba de nuevo en el camino, Sinfonía del Balón, un equipo con conocimientos menores al de nosotros, pero su fuerte era lo que para Alita Broster era su (nuestro) punto débil, lo físico, la velocidad, etc. Tuvieron suerte, las suerte del campeón dirán muchos, esa final jugaron tal vez el partido de su vida, su mejor presentación y tal vez nosotros el peor de toda esta larga temporada, nos costó el titulo.

Cuando el conductor del programa anunciaba que el campeón de eran ellos y no nosotros, una sensación de desazón embargo mi corazón, desazón que fue reflejada en algunas lagrimas, lagrimas de rabia, de pena, de decepción; se luchó, sentíamos que podíamos a ver ganado, el destino nos jugó una mala pasada, esta no es nuestra oportunidad, para la otra será; el abrazo y consuelo de mis compañeros sirvió de mucho en estos momentos de abatimiento. El siguiente paso, recoger las medallas de plata, premio que estoy seguro nadie quiere recibir en ninguna parte del mundo; pero que ya está, perdiste, y es tuya, te pertenece; aquella medalla a pesar que no es el objeto que te simboliza como el mejor, si anuncia que trabajaste con mucho tesón, que lograste lo que otros 30 equipos soñaron y no alcanzaron, jugar la final; es simbólico, campeón moral dice algunos, y como mencionaba al comienzo de esta triste crónica, lo que pregonaban los cebollitas “ser segundo también es importante, bancarse ser segundo también es ser campeón pusimos en la cancha chispa y corazón ganamos y perdemos lo bueno es competir pero seguimos junto unidos asta el fin”. Sólo nos queda decir con orgullo “Alita Broster Subcampeón”

Solo terminar para terminar, agradecerle a Dios, al destino haberme permitido pertenecer a Alita Broster; que me permitió conocer mas a fondo a 4 compañeros de equipo, que ahora son amigos, excelentes amigos; gracias muchachos por llenarme de ilusiones en este largo camino, gracias porque si alguno de ustedes faltaba, estoy seguro que no llegábamos tan lejos como lo hemos hecho; gracias y un gusto formar parte de Alita Broster que me dio felicidad y sueños durante estos meses, que fueron los que más disfrute en mi existencia; y al fin y al cabo, gracias porque con ustedes logramos el viaje a Máncora, que muchos equipos anhelaban al participar en este programa concurso, y que debemos disfrutarlo, pues nos lo ganamos.

Gracias Goku, Gracias Walter, Gracias Kenneth, Gracias Negrillo Soto, un orgullo y un gusto compartir equipo con ustedes, y ojala en un futuro esta aventura se repita.

GRACIAS AMIGOS
GRACIAS ALITA BROSTER

1 comentario:

Joseph Neyra dijo...

Habla Comando, te felicito por haber lledago a la final con Alita Brozter, me imagino la colera que deben haber sentido al quedar en 2do puesto, pero la hicieron causa! Disfruten en Mancora, pasenla de la ptm.

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